Sin ánimos de subestimarnos, es bueno tomarnos un minuto y dejar en claro una cosa: no somos ni Paris Hilton ni trabajamos para Vogue International como para estar cambiando de bolso cuantas veces al día se nos antoje.
Más aún, lo más probable es que la mayoría de nosotros tenga en su haber solo unos cuantos…
Si bien ese fuera el caso, tengamos en cuenta los tres bolsos que nunca pero nunca nos deben faltar:
El bolso negro diario
¿Día de oficina? Ajetreo, ir de un lado para otro, recoger a los niños, llegar a pagar cuentas al banco, ir a la tintorería. Mil y un cosas a la vez. ¿Cuál será nuestra mejor compañera en estos días tumultuosos, cuando pensamos que nadie ni nadie podrá salvarnos?… El bolso diario negro. Combina con todo. De usarlo de un tamaño grande, creánme amigas, cabrá todo. Mejor aún si vives en ciudades donde llueve y llueve de verdad, ¿por qué no hacernos un regalo estas navidades y comprarnos uno a prueba de agua?
La bolsa “panadera”
Una de las bolsas más eclécticas que cualquiera de nosotras podrá encontrar jamás. Versátil más que niguna. Esta bolsa panadera puede servir tanto para ocasiones diurnas como para salidas nocturnas. Cómprate una con detalles metálicos y dale un toque más de caché. Lo más recomendable es que tengas una de colores sobrios: marrón café, negro, de ese modo podrás usarla lo más posible. Como su nombre lo dice, esta bolsa panadera sirve hasta para salir a comprar el pan en la mañana, como para regresar de una noche de parranda comprando el pan.
El bolsito de noche
Imaginemos que tenemos un cóctel, o una fiesta de noche, este bolsito es un “deber” de mujer. En negro funciona mejor, aunque usar un bolsito rojo, dependiendo con que atuendo se combine puede “alegrarnos” la velada.
Fuente:webdelamoda.com
Imagenes: webdelamoda.com