La inspiración para este artículo me llego recordando a un diseñador que vi en un evento hace tiempo, tímido y huraño hasta parecía asustado, es muy difícil asociar una imagen así con un empresario exitoso, sea del giro que sea.
Por esto y muchas cosas más que he visto en el poco tiempo que he estado en esta industria conociendo a los nuevos talentos se me ocurrió hacer una lista del patrón de conducta que siempre se ve en un “diseñador” y la sugerencia para cambiar el chip a ser empresario, claro, aplica solo si quieres vivir de esto y no tienes una herencia que respalde tus caprichos.
“El diseñador se basa solo en inspiración y nada en organización”
La mayoría empieza por un impulso que les dice “hoy quiero ser diseñador de modas”, algunos por el hecho de ser reconocido en el medio otros por el “supuesto” glamour.
La cruda realidad es que se trata más de un gran esfuerzo, primero porque es una carrera costosa, con lleva muchos sacrificios tanto de tiempo como económico que continúan a lo largo de toda la carrera profesional y no terminan al titularse.
Un verdadero empresario de moda conoce todos los procesos no solo los creativos, se involucra en la administración, las relaciones públicas, y todos estos órganos primordiales que forman una verdadera marca de moda.
“El diseñador de moda piensa que solo existe la “alta costura” el “urban wear” o lo “conceptual” como principal línea de trabajo”
Esto es un gravísimo error, que es derivado de seguir pensando solo en el glamur o la “fama”
El verdadero empresario de moda tiene que identificar cual es su mercado, su comprador ideal, su nicho de venta y sobretodo su participación en el mercado, lo que le permitirá identificar cuáles son sus necesidades y la viabilidad económica de su negocio,
REPITO: amenos que tengas una herencia ilimitada o un patrocinador incondicional que siga invirtiendo fondos en tu marca llegara a un punto que sea totalmente incosteable como negocio y por lo tanto se hundirá más rápido que el titanic.
Para evitar esto es necesario hacer un plan de negocios donde presentes el proyecto, hagas un ejercicio tanto financiero como de ventas para saber la rentabilidad principalmente. Ya no pueden estar navegando con bandera de “a ver como sale” ni con la idea de “voy resolviendo sobre la marcha”.
Como último punto importantísimo, la imagen personal, yo no soy asesor de imagen personal pero cualquier persona sabe que “como te ven te tratan” no es lo mismo que parezcas hippie-ster ( y si lo dije bien, muchos me entenderán) lo cual en muchas ocasiones transmite un mensaje de informalidad y poca seriedad a diferencia de vestirse al nivel de la marca o empresa que quieras tener, recuerda que para serlo hay que parecerlo y más en una industria donde la imagen de tu marca constituye el 70% de todo tu negocio.
Tú eres la cara de tu marca ante los compradores, como te perciban a ti es como percibirán a tu marca, si no te conocen a ti no conocen a tu marca y esto lo digo en especial por todos esos nuevos diseñadores que confunden la humildad con el anonimato. Los que cuando presentan colección en pasarela no quieren salir al cierre de esta o salen como gatos asustados dan un brinquito y huyen despavoridos, aunque lo consideren como un detalle insignificante esto puede llegar a decir mucho del diseñador y por consecuencia de la marca.
Termino este artículo pidiendo a todo el que le quede el saco sobre algo de todo lo que he escrito lo tome no como una critica destructiva sino como un verdadero consejo, yo creo que México tiene el potencial de generar grandes marcas y empresas, simplemente no como celebridades del falso glamur sino como grandes empresarios. Y a todos aquellos que están todavía estudiando analicen primero que quieren hacer, entiendan, acepten y comprométanse con todos los sacrificios que tendrán que hacer.