Por Ana Sofía | Qué con Qué
Estuve leyendo varias definiciones de belleza…
“Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y artísticas.”
“Noción abstracta ligada a numerosos aspectos de la existencia humana y que procura una sensación de placer o un sentimiento de satisfacción”
Después de varias de estas definiciones me di cuenta que la respuesta no es simple, pues es un concepto abstracto, la pregunta es ¿qué es exactamente la belleza? ¿Cómo podemos definirla?
En la actualidad, nuestra percepción de belleza esta distorsionada e influenciada por los cánones establecidos, como mirar una revista donde las modelos se alimentan de aire o lechuga nos deja pensando que tenemos kilos de más, nos falta un poco por aquí, nos sobra un poco por allá, cuál es la cirugía que me haría si tuviera tiempo, dinero y suficiente valor.
Si la belleza procura satisfacción entonces bastaría con estar feliz con nosotros mismos para sentirnos bellos, la belleza es uno mismo ¿cierto? Pero ¿por qué suena tan fácil y algunas veces no nos sentimos así?
Sobre todo las mujeres (y cada día más los hombres) pasamos de dieta en dieta, ejercicios, maquillaje, masajes, ropa nueva, y cuanto tratamiento de belleza somos capaces de realizar, buscando ser “más bellos”, sin embargo, no siempre nos conocemos a nosotros mismos, no apreciamos nuestro valor como individuos únicos e irrepetibles y eso ocasiona muchas dudas e inseguridades, si comenzamos a apreciar nuestras características personales tendremos más seguridad y entonces podremos sentirnos más bellos que nadie.
Y la siguiente pregunta es ¿cómo? Les dejo un ejercicio muy fácil, mírate hoy en el espejo, analízate y atrévete a encontrar eso especial en ti, algo que te guste ¡seguro que lo encontrarás! Ya que lo hayas hecho poténcialo, grítalo al mundo entero.
Y recuerden que “La belleza está en los ojos de quien la mira”