Anteriormente es posible que en el negocio de la moda haya existido una especie de pirámide donde la alta costura se encuentra en la cúspide de esta, el prêt-à-port en el siguiente nivel, algunas marcas en medio y las empresas de minoristas para el gran publico sean la base. Ahora es posible que este tipo de pirámide haya quedado obsoleta.
Ahora los consumidores no están completamente contentos con permanecer en un segmento de mercado asignado, y cambian de un nivel de la pirámide a otro, existen ya muchos consumidores que pueden tener un bolso GUCCI mientras que portan unos jeans Zara, el uso de la combinación de estas piezas intenta mandar un mensaje donde la consumidora es segura e inteligente y no se deja deslumbrar por el marketing, digamos que la época de la devoción por las marcas ha llegado a su fin.
Esta nueva área de consumidores, ha generado las estrategias de alianza o unión de fuerzas entre tiendas minoristas con grandes diseñadores de alta costura, la idea subyace de la colaboración de Lagerfeld con H&M, analizando que si el mercado masivo les atrae el sector de lujo pudiendo obtener ocasionalmente un articulo, y si los consumidores de gama alta les gusta rebuscar en tiendas baratas, lo mejor sería formalizar esta relación entre los minoristas y diseñadores.
Así fue como las marcas de gama alta o lujo, comenzaron a acercarse a la calle, las grandes cadenas se beneficiaron de oropel y lo más beneficioso para ellos fue que comenzó a generar gran cantidad de publicidad gratuita por todo el mundo. Es así como empresas minoristas contrataron a grandes diseñadores, H&M ha trabajado con Lagerfeld (colección que se agoto a las horas de ser lanzada), y con muchos diseñadores de renombre cada año, por su parte la empresa de ropa deportiva Adidas ha contribuido con el diseñador minimalista Yohi Yamamoto, y Puma con el diseñador francés Philippe Starck.
En 2004 el diseñador Alber Elbez, creativo de Lanvin, comentó: “Hemos alcanzado un momento decisivo; ya nadie se pone prendas con logos, la gente no duda en mezclar Lanvin con Topshop. Todo se esta volviendo más democrático”. Ahora las dudas emergen, ¿Seguirá esa unión entre minoristas y grandes diseñadores?, ¿En realidad vivimos en la democratización de la moda?.
por: Jorge Rodriguez