Por Héctor Guzmán
Tener unos labios perfectos está al alcance de todas con un simple truco de maquillaje y sin necesidad de someterse a ningún tratamiento. ¿Cómo se logra el efecto deseado?
Antes de maquillarse hay que preparar bien la piel para el maquillaje. Por ejemplo, es importantísimo que hidrates tu piel y tus labios para que el maquillaje luzca con todo su esplendor.
La piel de los labios es la más sensible. Podemos usar exfoliante para eliminar células muertas evitando dañar la piel. Otra opción es utilizar un algodón empapado en agua caliente para sacarnos de forma natural estos pellejos tan molestos. A pesar de que las barras de labios cuentan con productos adicionales que cuidan nuestros labios (si son buenas), esto nunca sustituirá a una crema hidratante especializada en labios agrietados.
Ahora ya tenemos la piel de los labios lista para maquillar y entramos en cuestiones de estética. ¿Tenemos los labios muy finos o muy gruesos? Pues tendremos que darle la forma para equilibrarlos con el resto de la cara. Recuerda siempre que la belleza consiste en equilibrio, armonía y simetría.
Para agrandar los labios tendremos que igualar el tono de la boca con el resto de la piel mediante una base de maquillaje. A continuación perfilaremos la nueva línea de los labios a nuestro gusto aplicando tonos más claros que en el medio para lograr la sensación de volumen natural. Este truco también servirá para reducir los labios demasiado gruesos, pero borrando el contorno que queremos reducir.
Es importante saber maquillarse bien los labios porque, junto a los ojos y el pelo, es lo que más destaca cuando estás ante el público. Piensa que cuando hablas con alguien cara a cara, la mayor parte del tiempo mirarás a sus ojos y labios.