Como hemos venido comentando en esta columna, aunque suene un poco repetitivo y sobre todo desilusionante para los amantes de la moda y más como amantes del arte, lo que busca el diseño de moda a fin de cuentas es marcar unos ceros de más en las facturas.
Esta vez nos centraremos en las colecciones parisinas y sobre todo en las pasarelas de moda que la capital del diseño nos regalan dos veces al año, para contar que esconden esas grandes colecciones que tienen como fin convertirse en un gran centro comercial.
Los grandes desfiles de la moda alrededor del mundo buscan principalmente la venta de sus colecciones a empresarios, es por esto que los lugares privilegiados de un desfile de modas están ocupados por grandes inversionistas, prensa especializada y por celebridades porque recordemos, la fama siempre vende.
La capital de la moda es por excelencia donde se presentan los grandes diseñadores y las casas de moda más importantes, todo comienza gracias a la Fédération Française de la Couture, Du Prêt-à-Porter des Couturiers et des Créateurs de Mode, responsables de organizar los desfiles de moda en París; pero no solo tienen esta función, también ayudan al impulso de nuevos diseñadores, y da a conocer la moda francesa por todo el mundo, así mismo lucha contra la protección intelectual. Esta gran organización se divide en tres ramas, llamadas “Chambre Syndcale” que son: Alta costura, Pret a Porter femenino y Pret a Porter masculino.
La organización tiene como tarea aceptar o no, a los medios de comunicación que podrán cubrir los desfiles, las editoriales mandan unos formularios los cuales la organización selecciona y reenvian a las Relaciones Públicas de los diseñadores, quienes tendrán la última palabra para permitir quien tiene o no acceso a su evento.
Didier Grumbach, director de la organización anteriormente mencionada, en una entrevista nos comenta como funciona la organización en los desfiles: “La programación es más o menos la misma cada año, cada miembro tiene un espacio asignado, y ningún miembro puede ocupar el lugar de otro, excepto en el caso de que alguna firma decida no desfilar durante una o dos temporadas, entonces permite a otros diseñadores ocupar su lugar. Por regla general reservamos el primer día para las marcas de reciente creación que hayan empezado a exportar a Asia y Estados Unidos, ya que eso significa que poseen un cierto potencial. Cada día se programan once desfiles, lo que representa un cifra ingente, que abarca todas las nacionalidades. París sigue siendo la ventana internacional para el diseño de moda. Puedes ser considerado un genio en Londres, pero si deseas conseguir un estatus internacional, a la larga debes desfilar en París”.
Y para entender mejor que el mundo de la moda se rige principalmente por las factura de las colecciones, para poder acceder a un puesto en la organización antes mencionada y poder desfilar en la capital de moda, la admisión se decide en función de los resultados empresariales. Los elegidos para pertenecer al clan son juzgados en cuanto al volumen de ventas, real o potencial y al nivel internacional.
Los desfiles son no más que una gran producción donde los diseñadores presentan su arte con el fin de que el mundo sepa sus creaciones, pero sobre todo que los empresarios se interesen en comprarlas para poder venderlas alrededor del globo terráqueo, es el escaparate de venta de los artistas de la moda, por lo tanto tiene que llamar la atención, gustar, y cerrar la venta.