Malafacha, una marca que inició en las pasarelas de Fashion Week con una propuesta bastante creativa y experimental, conforme fue avanzando, se abrió hacia otros puntos de distribución como los bazares y las concept stores.
Los diseñadores Francisco Saldaña y Víctor Hernal fueron explorando otras áreas como las artes, y comenzaron a ser buscados para hacer colaboraciones, esto los llevo a evolucionar la marca y a darse cuenta que, lo que realmente querían era basarse en un formato 100% experimental hacia los desfiles completamente. Dejando atrás la venta en bazares y volviendo a las tiendas con el concepto experimental que ya manejaban. Al momento de emprender esta idea se dieron cuenta de sus posibilidades y comenzaron a construir una identidad de marca y de ellos mismos como diseñadores sin olvidar el hecho de que fuera rentable, obteniendo una excelente respuesta del publico para cada uno de sus diseños.
Conforme la marca ha ido creciendo se ha mantenido este mismo formato, y esta ultima edición de Fashion Week nos sorprendieron con la nueva colección “Tzukán, el Mito de la Serpiente Maya F/W 18”; una colección en la que podemos apreciar ese lado obscuro, un toque mexicano y esa misma creatividad y experimentación que ya representa a la marca.
Pero ¿qué hace diferente a esta colección de las pasadas?
La noticia que sorprendió a muchos fue que la marca lanzaba su primera colección con una propuesta algo más comercial, entrando por completo a otro mercado con el fin de poder llegar a personas con otro tipo de actividades, pero que igualmente aman los diseños de la marca pero no tenían la oportunidad de usarla.
Este nuevo proyecto se ha presentado como un reto tanto para Francisco y Aldo como para el nuevo integrante, el cual es nuevo para todos. El propósito de integrar a un tercer elemento al equipo fue aprovechar los conocimientos y visión que podría aportar a Malafacha. Con esta propuesta buscan posicionar más a la marca como negocio que como proyecto creativo, trasladándolo hacia un negocio rentable al exportar hacia grandes mercados como Londres o Alemania.
Al momento de iniciar este proyecto se dieron cuenta que ya tenían las capacidades para realizar algo de tal dimensión y que ya habían logrado una de las principales y difíciles; posicionarse. Desde hace 10 años la parte del branding en la marca se había ido logrando exitosamente, así que el siguiente paso y mayor reto es ahora la producción de un nuevo producto; principalmente les preocupa la calidad y formalidad, pero es un proceso en el que todavía trabajan para ofrecerles lo mejor a sus clientes.
La visión que tienen para la marca dentro de cinco años es tener presencia internacional creando sintonia con los nichos de cada lugar, definiéndose como una marca urbana de ediciones limitadas con el concepto de Urban Luxury, resimplificando la idea de la artesanía mexicana con la parte Dark y Urban siempre como la esencia de la marca.
Desean Convertirse En Una Marca De Nicho, Pero Con Características Mexicanas.