He estado reflexionando sobre los diferentes acontecimientos que se han suscitado en esta mi doble vida, la de la blogger y la de la chica promedio con un empleo de oficina de Lunes a viernes. En estos días tuve la oportunidad de asistir a un desayuno organizado por Vogue México, el cual tuvo el objetivo de presentar el Vogue’s Fashion Night Out, un evento que que busca que el consumidor se sienta parte de la moda y su estilo de vida.
Bueno volviendo al tema, en este desayuno me di cuenta de cuál es realmente el fenómeno de los blogs y la tan famosa frase “Democratización de la moda”.
El mundo de Vogue y sus habitantes se compone de perfección, chicas altas, delgadas con acceso a todo tipo de lujos etc… Vale la pena mencionar que mido 1.67 peso 59 kilos, soy morena, cabello y ojos negros, mis padres son profesionistas que han trabajo muy duro para darme educación, un hogar y una vida normal. Conclusión: Soy una mexicana promedio, y entonces al darme cuenta de esto pensé ¡WTF! ¿Qué hago aquí? ¿En que momento me colé?
El fenómeno de los blogs fue más allá porque el mundo de la gente de verdad, el grueso de la población, no se compone de hombres y mujeres perfectas, en el que gastar en un bolso Louis Vuitton de 20 mil pesos es cosa de todos los días, yo por ejemplo en mi blog hablo de marcas Low cost y de vez en cuando de marcas high fashion, porque realmente esa es mi realidad no me gasto 10 mil pesos en ropa todos los meses. Entonces por fin lo entendí, yo y algunos de los otros bloggers que fuimos invitados a este famoso desayuno no somos embajadores de Vogue , somos embajadores del consumidor promedio, aquel al que Vogue se quiere acercar, él que se gana la vida trabajando 40 horas a la semana y hace el esfuerzo de comprarse unas botas Chanel gastando la mitad de la quincena.
Hoy puedo decir que me siento orgullosa, porque fueron mis lectores los que me enviaron a ese desayuno y hoy más que nunca entiendo y comprendo cual es mi función y la de mi blog y realmente estoy muy agradecida, porque aunque no pertenezco al mundo de Vogue tuvieron que invitarme a formar parte de el por un rato 😉
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