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Reina de la noche en cinco minutos

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¿Recién te han invitado a una fiesta y solo tienes diez minutos para arreglarte? Ni se te ocurra llamar para cancelar, no precisas mucho tiempo para ponerte divina. Una noche con amigos siempre es bienvenida así que corre a tu habitación y sigue estos prácticos consejos.

Contrasta los ojos con las uñas.
Combina unos ojos misteriosos con uñas transparentes y nacaradas. El combo se ve elegante, y además no tienes que preocuparte por combinar la ropa ya que va bien con todo. Apuesta por un brillo simple ultraresistente y de rápido secado para que puedas pintarte las uñas en un descanso de la oficina. El color llegará en los ojos, opta por sombras fuertes como púrpura profundo.

Firme y bronceada.
Si quieres parecer una diosa dorada, mezcla un entonador líquido o en polvo con una crema corporal reafirmante. A la vez que ganas brillo satinado en la piel, le devuelves el tono. Guarda siempre en tu cartera o en el cajón de tu escritorio alguna muestra de crema que son pequeñitas y prácticas.

Piel inmaculada.
Camufla cualquier granito o venitas rojas en las mejillas con una base o corrector de ojeras amarillo, para compensar la rojez con el color opuesto. Con un pincelito -aplicado después de la base para no arrastrarlo- puntea la zona a disimular. Después presiona con el dedo anular sin frotar, para fundir con la piel.

Una súper melena.
Para lograr la melena abundante y voluminosa de una star, aunque tengas el pelo finito, seca el cabello con difusor y ata una cola bien alta, en la coronilla de la cabeza, un poco volcada hacia adelante. Sigue secando el cabello atado, y cuando lo sueltes vas a notar una melena leonina bien sexy, aunque simplemente la uses suelta.

Suaviza tus mejillas.
Crea la sensación de juventud y salud con un toque de color frutilla en las mejillas. Este tono da la impresión de buena circulación, estés bronceada o no. Usa rubor en polvo con una brocha redonda, muévela en círculos en el “cachete” de la cara y después extiende hacia la sien suavemente, hasta llegar al nacimiento del pelo. Hacelo siempre sobre el hueso del pómulo, nunca por debajo.