Normalmente mi columna la dedico a aciertos y desaciertos de los negocios vinculados con la moda, pero en esta ocasión haré una excepción muy especial para contarles de Casa Micalco.
Al principio debo reconocer que cuando me dijeron “Ven a conocer este Spa y Hotel Boutique! No me impresione en lo absoluto, digo, seamos realistas, con esa escueta descripción me imagino más de uno que ya existiría en Guadalajara, por lo tanto mi expectativa era muy baja, la intriga sobre el lugar comenzó a crecer al momento que íbamos llegando después de un camino un tanto sinuoso, ya no era solo un dia tranquilo conociendo el spa, estaba a punto de verme rodeado de toda una experiencia, con esto les puedo decir todo, lo que más disfrute fueron los detalles que complementaron perfectamente visita, yo como publicista el llegar y ser recibidos con una magnifica historia de la casa conocer las historias del lugar, incluso con un relato casi de telenovela sobre los antiguos propietarios, definitivamente fue un excelente aperitivo.
Escuchar sobre las pinturas que adornan el lugar y los artistas que las crearon durante el recorrido del lugar, admirando piezas de mobiliario, algunas con casi 100 años de antigüedad de verdad fue enriquecedor y por supuesto el toque final del recorrido inicial fue sin duda un fonógrafo en la sala principal el cual para mi sorpresa funciona ¡perfectamente!
Conocer esta casa convertida en hotel se disfruta mucho, aquellos amantes del interiorismo definitivamente se dan un festín y sino pregúntenle a nuestra amiga Rocio de Casa Haus que no paro ni un segundo de tomar foto tras foto de cuanta pieza de mobiliario y espacios se encontraba.
Pero eso no es todo, una vez ya en traje de carácter (me refiero a bata y pantuflas) dimos paso a conocer diversas áreas del spa, yo en lo personal disfrute como no lo hacía hace tiempo el Sauna,
el jacuzzi al aire libre con una increíble vista del bosque de la primavera y por supuesto un facial relajante que aproveche incluso hasta quedándome dormido mientras me lo aplicaban.

Por supuesto después de tanto consentirme disfrute de una suculenta comida la cual contenía algunos ingredientes que ellos mismos cultivan en su huerto orgánico esto me pareció un toque sumamente original y sobretodo atractivo, el exquisito el menú se complementaba perfecto ya en la sobremesa pude platicar con la creadora del concepto, todas las ideas y de cómo fueron surgiendo hasta formar el concepto que ahora es Casa Micalco son de verdad de admirar, desde menus de almohadas y aromas ( para aquellos que no estamos familiarizados, un menú de aromaterapia es una lista de aromas que tenemos disponibles para complementar nuestra visita, ya sea de relajación, de balance etc.), hasta un menú especial de almohadas para camastros donde tu mismo seleccionas el tipo de semilla que contendrá como semillas frescas.
Al escribir estas palabras omito demasiados detalles importantes como la atención personalizada del mayordomo que te atiende o el detalle del símbolo del pajarito que encuentras en caso todo, pero los omito precisamente para que conozcan Casa Micalco y comprueben ustedes mismos la excelente experiencia que ahí se vive.