Microsoft empezó hoy a vender en Norteamérica la segunda generación del reproductor de música digital Zune, con el que el gigante informático espera arrebatar a Apple parte del lucrativo mercado de las descargas de música por Internet.
El Zune está disponible en tres versiones. El modelo de más capacidad es el de 80 gigabytes (80 Gb), que utiliza un disco duro para almacenar archivos, ya sean de música, fotografía o vídeo.
Este modelo es capaz de reproducir formatos MP3, WMA, PalysForSure DRM (Digital Right Manager), la versión DRM de Zune Pass, así como vídeos codificados con WMV, h.264 y MPEG-4. La pantalla LCD es de 3,2 pulgadas y con una resolución de 320×240 píxeles.
Además, la versión de 80 Gb cuenta con un sintonizador de radio FM y la capacidad de sincronizarse con un ordenador de forma inalámbrica para transferir archivos.
Los modelos de 4 y 8 Gb utilizan memoria “flash” para almacenar los archivos, lo que les permite tener unas dimensiones más reducidas que el de 80 Gb. Con una pantalla de 1,8 pulgadas y una resolución de 320×240 píxeles, pueden reproducir los mismos formatos de audio y vídeo que la versión mayor.
Tal y como anunció a Efe a principios de octubre el director de mercadotecnia multicultural del gigante informático, Javier Farfan, los tres reproductores cuentan con menús en español, al igual que la tienda de música digital en Internet para el Zune, “Marketplace”.
Farfan señaló que “El nuevo Zune es una alternativa a los otros reproductores de música digital” y que el público latino en EE.UU. “lo acogerá muy bien”.
El Zune 80Gb cuesta 250 dólares, mientras que el de 8 Gb tiene un precio de 200 dólares y el de 4 Gb 150 dólares.
El principal objetivo de Microsoft es arañar mercado al principal líder del sector, el iPod de Apple.
Desde que Apple lanzó su reproductor de música digital, la empresa ha vendido 100 millones de reproductores, así como centenares de millones de canciones a través de su servicio de Internet iTunes.
La primera versión del Zune, de 30 Gb, vendió 1,2 millones de unidades.
En julio el número 2 de Microsoft y director de operaciones mundiales, Kevin Turner, sugirió que la empresa basada en Redmond (EE.UU.) era la única capaz de romper la hegemonía del iPod.